La misión de la educación es: que sus alumnos se beneficien del aprendizaje de tal forma que puedan participar en las esferas sociales: públicas, económicas y de comunidad.
Sin embargo, el mundo esta y estará lleno de cambios; cambios que se enfocan a la diversidad, apoyados por los canales de comunicación y el soporte mediático a la cultura.
Por ello la pedagogía se enfrenta a un nuevo reto: la Multialfabetización, la cual busca la manera de enfocarse en las realidades de una diversidad local en incremento y de una conectividad global, lidiando con las diferencias culturales que conllevan.
Las mejoras en la educación se logran mediante alumnos que tengan la capacidad de alzar la voz, de ser críticos de negociar. ¿cómo? Mediante nuevos sistemas de motivación donde los trasfondos, las diferentes experiencias sean valiosas. Donde se conciba una nueva ciudadanía con alumnos con habilidades y actitudes éticas y dialécticas.
El reto es hacer el espacio disponible para todos los diferentes “mundos de vida”; mientras más diverso sea un espacio, más aumenta el rango de las diferencias y su complejidad.
¿Qué pueden hacer las escuelas?
* Hacer homogeneidad de las diferencias: reclutar y no ignorar las diferentes subjetividades: intereses, intenciones, compromisos y propósitos que los alumnos traen al aula y a su aprendizaje.
* Los profesores deben desenvolverse como diseñadores de procesos y de ambientes de aprendizaje, deben: estimular las relaciones de trabajo, de colaboración, el compromiso y el desarrollo creativo.
* La escuela debe verse como diseñadora de significados, pero significados con un giro Multimodal (que incluya lo lingüístico, visual, espacial, etc.): donde exista la intertextualidad y lo hibrido, para fomentar relaciones dinámicas creativas entre todos los “actores”.
Fuente:
New London Group. (1996). A Pedagogy of Multiliteracies: Designing Social Futures. Harvard Educational Review, 66(1996), 60-92.